La segunda novela de la escritora chilena es una historia de amor de norte a sur o como encontrarse más allá de las diferencias culturales e idiomáticas

Álex y Sara van descubriendo cada día los conflictos afectivos que los gobiernan, mientras afuera el mundo, con sus particulares idiomas y culturas, les impide comprenderse completamente. Juntos recorren un largo mapa que los lleva de norte a sur, y viceversa. En todos estos viajes, se descubren a sí mismos atravesados por contradicciones y divergencias.

Conforme avanzan las páginas, la identidad de los dos se va trastocando, desdibujándose, y el lector sentirá que recorre esta historia como yendo de un punto ciego a otro. La relación amorosa entre Álex y Sara se precipita ante los obstáculos y las historias heredadas.

Esta es la trama de “Geografía de la lengua”, la segunda novela de la escritora chilena Andrea Jeftanovic, en la que explora los puntos débiles de las relaciones amorosas, las zonas ambiguas del amor, la opacidad en los afectos y los deseos. El resultado es una exploración erótica donde el amor es el pretexto para reflexionar en torno a cuestiones como la lengua, la historia, la geopolítica, la biología y las emociones, en una especie de palimpsesto que disecciona la realidad y cuestiona la normalidad de la sociedad que nos acontece y la universalidad de las relaciones humanas.

El trasfondo de esta historia de Álex y Sara tiene que ver con el 11S. Ambos se conocen en un avión justamente el día del atentado a las torres gemelas. La violencia es el marco de esta novela que intenta penetrar en la intimidad de los personajes. “Álex usa con frecuencia las expresiones no obstante, dado que, en efecto, en consecuencia; incapaz de saltar de una frase a otra sin transiciones. Habla como si estuviera enojado, apoyado en palabras ortopédicas”, se lee en la novela.

“La pareja de Geografía, Sara y Álex, se conoce en un no-lugar (el aire) y opta por omitir su contexto (la tierra), pero va descubriendo los conflictos afectivos que los cercan, en el contexto de un mundo global, heterogéneo y en pugna a través de sus particulares idiomas y herencias que les impiden comprenderse completamente. Además quise pensar la lengua, el órgano de la comunicación verbal y erótica. El manejo de la doble acepción del término «lengua» se torna clave en la estructuración del texto y la relación de sus personajes”, escribe Jeftanovic en un texto publicado por el portal Zenda.

El título de la misma, “Geografía de la lengua”, adquiere también un carácter protagónico, pues interviene en todo momento con la acción de lectura. Álex y Sara se aman en lenguas distintas, evocando la geografía de sus cuerpos, de sus deseos.

El libro abre con un epígrafe de Cristina Peri Rossi sobre las leyes de hospitalidad que, a lo largo de las páginas, se verán quebrantadas por la interacción de los personajes. La hospitalidad de sus cuerpos, violentada, desintegrada, consumida.

La novela también trata el asunto de la memoria y sus fronteras; los traumas en la infancia y los recuerdos que se heredan, el espacio como realidad que fluctúa, transgredido constantemente por el poder de las imágenes y la tecnología, por el terror de una sociedad que sobrevive.

“Geografía de la lengua es una novela que propone lugares de encuentro y la posibilidad de fortalezas mínimas, efímeras. Que habla del cuerpo y la sexualidad como espejo y como punto de ataque de la realidad”, escribe la escritora María José Navia.

“(…) un libro siempre tiene algo de homenaje tímido y tartamudo. El mío es hacia el guion-libro-película Hiroshima Mon Amour, de Margarite Duras/Alain Renais; a la novela Marcas de nacimiento, de Nancy Huston; al decálogo cinematográfico de Krzysztof Kieślowski, en especial la que se titula Amarás a Dios sobre todas las cosas, que expone dos racionalidades en torno al resquebrajamiento del hielo en el lago de la ciudad”, reflexiona la autora en Zenda.

El trabajo estético en esta novela de Andrea Jeftanovic es más que arriesgado, incitante y hasta provocador. De seguro los lectores conseguirán apreciar la fuerza de la voz narrativa, camaleónica y escurridiza.

Fuente: https://www.infobae.com/leamos/2023/04/02/geografia-de-la-lengua-de-andrea-jeftanovic-una-novela-sobre-las-memorias-heredadas-y-las-zonas-ambiguas-del-amor/